martes, 12 de octubre de 2010

Edicion 98

Retrocesos en la Universidad Autónoma de Aguascalientes

Los hay quienes afirman que cualquier persona pecaría de ingenua si pensara que los movimientos político-partidistas que se generan en cualquier punto de la república, no tienen como telón de fondo el proceso electoral del cada vez más cercano 2012; que es una ingenuidad pensar que los funcionarios actúan por mandato constitucional y que los representantes populares están preocupados por el bien colectivo haciendo a un lado sus filias partidistas; que es ingenuo aseverar que hay movimientos sociales que no son tutelados por los intereses políticos; por supuesto afirman que hay fuerzas e intereses superiores no identificadas o sin deseos de identificar, como los grandes manipuladores de los destinos generales y que es una ingenuidad apartarse del prurito, entendido este en sus sinónimos de manía o hábito.

Por no manifestarme a favor de determinismos, convencido estoy que hay movimientos sociales apartados del prurito o que están encaminados a otro fin que no sea el de los pretendidos por quienes gustan del reduccionismo eliminando cualquier posibilidad de matices a los que debe ser sujeto cualquier debate.

Prurito es pensar que los de enfrente no deben de pensar; que el trabajador, solamente trabaje, que el profesionista, solo ejerza su profesión, que la ama de casa, atienda la casa, el chofer, conduzca y el estudiante se dedique al estudio; esos son los roles que les ha tocado ejercer y no deberá haber desviación alguna, aunque la estructura social abra sus espacios de participación individual o colectivamente.

Hago referencia a la inconformidad expresada valientemente por dos alumnos de la UAA, un hombre y una mujer, por evidenciar varias anomalías en el proceso interno de elección de consejeros y que ha trascendido a la sociedad en general por la desproporcionada sanción a que fueron sujetos: suspensión de seis meses, con las consecuencias que ello acarrea.

¡Cuánta fragilidad intelectual han mostrado las autoridades universitarias! Vuelven a las andadas: no es el primer caso de una reacción visceral e impensada en sus consecuencias, considerando que, a medida que pasa el tiempo, se les adelgaza la piel y sus respuestas son más virulentas; por casualidad, en otro caso, ése contra maestros y algunos trabajadores de la radio universitaria, el uso del ciberespacio jugó un papel relevante, aunque para el infortunio de los enjuiciados.

Es un hecho que dentro de las instalaciones universitarias hay limitaciones en el uso de la red internet , tanto para alumnos como para los académicos y sin embargo la difusión de la demanda se dio a través de las redes sociales; Es difícil imaginar esas restricciones en una institución de educación superior pública, pero es más difícil imaginar las restricciones al derecho de ejercer libertades fundamentales como es el de expresión. Solo falta que les exijan uniforme a los alumnos, falda cuadriculada a las alumnas y a los maestros que se presenten en sus cátedras con saco y corbata bajo amenaza de suspensión. El crisol del pensamiento universal hace agua.

Para desgracia mayor, es también un hecho sabido y comprobado que la sucesión de rector, ha mimetizado a los actores interesados en “sacrificarse” por la educación y el saber hacia el más puro estilo de los políticos en campaña; la universidad ha sido contaminada con las prácticas que estilan los partidos políticos en las contiendas electorales. Comidas con maestros y alumnos fuera de tiempos establecidos, ofrecimientos de cargos, organización de tribus de académicos ilustrados, golpes bajos y acciones de descalificación, son la norma actual en el campus universitario.

Pero hay voces solidarias al interior de la institución que se niegan a aceptar tal condición aunque hay una cuota de sacrificio de dos alumnos. Se convoca a manifestarse y surgen los buitres de la política de tercera que restan importancia a la protesta espontanea y quieren llevar agua a su molino; no les conceden a los alumnos la transparencia de su expresión de rechazo a las acciones represoras y rápidamente se erigen en promotores, sin ocultar sus intenciones para ocupar el cargo máximo.

Han dado muestras los alumnos de autonomía en casos de defensa de sus legítimos reclamos. A pesar de los intentos descalificatorios que se dieron hace un año en que se manifestaron en contra de la intención de reducción del presupuesto por parte del gobierno del estado; manifestación ordenada y pacífica que finalmente fue escuchada porque los argumentos fueron contundentes y pusieron a trabajar al congreso. Saben los alumnos deslindarse de la pretensión voraz de los advenedizos. Es el momento de hacerlos a un lado otra vez y exigir la revocación de la sanción a quienes hicieron uso de su derecho a la libertad de expresión.

Que no permitan la simplificación del hecho. No aceptar parroquialmente el prurito de que “son tiempos de sucesión y así debe ser”. Ellos sabrán asumir su parte en el proceso de designación de nuevas autoridades universitarias y serán factores de cambio dentro de la institución libres de influencias; sabrán ser los factores del cambio que requiere la universidad. Es tiempo de revisar y actualizar la ley orgánica. Es tiempo de cambios.

No todo es certificación de carreras, hay que voltear la mirada hacia la otra parte vocacional de la universidad, que es la humanista.

Y para finalizar, muchas personas se preguntan ¿solo hay dos candidatos para suceder al rector? Los medios mencionan solo a dos, pero me parece que son tres.