Edicion 74

Película muchas veces vista

¿Qué sorpresas nos depara la presente semana en cuanto a definiciones políticas? Pocas o ninguna. Una vez que se aprueben los registros de candidaturas, se publicarán los nombres en el diario oficial y así conoceremos con exactitud quienes saldrán a las calles y a los medios en busca del voto y quienes, desde la comodidad de las candidaturas plurinominales, serán simples porristas de presencia ocasional ante el electorado.

Por supuesto que la candidatura a gobernador del estado atrae mas la atención que el resto de pretendidos cargos como son las de diputados, alcaldes y regidores. Equivocadamente se ha otorgado excesiva importancia al titular del ejecutivo que deriva, de origen, en subordinación del legislativo y sumisión de los alcaldes; es la crónica de un virreinato anunciado, solo póngale el color de sus simpatías.

En los partidos políticos se ha fortalecido, de toda la vida y de cualquier color, el prurito de deuda con “el patrón”, desde la candidatura misma; se aceptan a si mismos como despersonalizados, faltos de identidad y autonomía de pensamiento, condición asimilada por los mismos aspirantes. Muy común es leer en medios que fulano de tal pertenece a un “ismo”, entendido éste como extensión de quien encabeza la lucha por el cargo. Nora, Carlos, Martin son, hasta el momento, los que formarán sus “ismo”.

Como lo ha planteado nuestro candidato….(nombre); siguiendo la línea de nuestro candidato…(nombre); de acuerdo a la propuesta de nuestro candidato…(nombre); es clara la intención de nuestro candidato…(nombre); llegaremos a buen puerto bajo el timón de nuestro candidato…(nombre); la dilatada trayectoria política de nuestro candidato…(nombre). Y asi, escucharemos frases gastadas y abyectas que, de acuerdo al resultado electoral, se cambiará de la palabra candidato a la palabra gobernador.

No deja de ser preocupante que uno de los poderes del estado como es el legislativo se anuncien como tapetes y comparsas del ejecutivo, borrando con su actuar ellos mismos la división. El caso de las alcaldías es una replica rupestre del legislativo, con el agravante de la dependencia de la asignación de recursos de los que hace uso discrecional el ejecutivo (recuerden el paso a desnivel altaria).

Es la elección de diputados la que, en términos deontológicos, debe de significarse como la más importante; es el cuerpo legislativo quien crea las normas de convivencia de la sociedad, quien vigila que el ejecutivo se conduzca apegado a la ley, tanto en lo político como en la aplicación de los recursos que el propio cuerpo colegiado le autoriza. Es la instancia de cercanía, por su representación, con la población, independientemente del sentido del voto de la misma.

Es el electorado quien los lleva al cargo, no el gobernador en turno ni su partido; la rendición de cuentas, que no informes triunfalistas, debe ser a la población que representan, ésa población a la que no consultaron los actuales diputados para solicitar licencia y separarse de su encomienda que tanto “perrearon” hace tres años y que ahora dejan para acceder a puestos que les garanticen otros tres años de holganza bien remunerada.

¿Merecen un voto éstos chapulines? La respuesta es suya y muy personal e intima, amable lector. Haga sus consideraciones al respecto. Recuerde hace tres años y haga sus balances sobre su situación personal, de su colonia o barrio, de su comunidad, de su ciudad. Trate de recordar lo que le ofrecieron y si lo cumplieron cabalmente o lo justificaron, en el menor de los casos. Evalúe su trabajo y su actuación pública, no sólo de los chapulines sino también los que se quedaron con las ganas en un congreso diezmado.

Con todo, tendremos un congreso renovado en su totalidad. Han aparecido ya algunas listas de aspirantes para los diferentes distritos y de diferentes partidos, acompañadas de los premios mayores que son las plurinominales. No prefiguran algo esperanzador. La escasez de cuadros de los partidos los hace echar mano de cartuchos quemados y algunos de ellos francamente inconcebibles en su nominación. Muchos de ellos son los “ex” de todo pero de trayectoria pobre de resultados.

Muchos indeseables llegarán a ocupar una curul y el hecho de lleguen no los exime de atender por igual a todos los habitantes de su distrito, en lo particular y en lo general a todos los habitantes del estado. Ojala se eviten el teatrito de firmar ante notario sus promesas, recurso sin credibilidad; el notario solo da fe del hecho pero no lo obliga a cumplir.

De mi parte, siendo impermeable a los discursos huecos, no renuncio a la exigencia de legislar sobre temas largamente añejados con el tiempo, esperando como los buenos vinos, degustarlos algún día. Insisto de nueva cuenta, hasta que la muerte nos separe, en la creación de una ley de participación ciudadana sin condicionantes.

Repetiré las figuras de participación ciudadana que por muchos años se han promovido, sin encontrar eco en los legisladores locales, dándonos a la tarea posterior de desarrollar cada una de ellas en virtud de las limitantes de espacio. Solamente enunciaré dichos instrumentos de participación, aunque su propio titulo las define: I.-REVOCACION DE MANDATO, II.-REFERENDUM, III.-PLEBISCITO, y IV.-INICIATIVA POPULAR.

Es conveniente abrir un debate serio sobre éstas figuras de participación y que no las tomen al vuelo solo para la campaña, arrebatándonos nuevamente la posibilidad de participar en un cambio necesario. Ojalá que no solo se cambie el elenco de actores de una película muy vista pero con el mismo argumento.