Edicion 54
Construyendo ciudadanía hace un año
.............¡antes no!
Verdad irrefutable el encabezado de la presente entrega ya que hace un año y ocho días no existía La Jornada Aguascalientes. Simplemente no hay premisas que le atribuyan característica de silogismo.
En mis varios periplos por la Universidad Autónoma de Aguascalientes desde hace ya muchos ayeres he sido testigo de una metamorfosis en la institución. Solo he de mencionar un hecho que refleja la evolución en actitud del estudiantado, aunque quede en el terreno de lo anecdótico:
En mi faceta de librero, por el año 1998, fui anfitrión de PIT, Paco Ignacio Taibo II que se encontraba en nuestra ciudad promocionando su, hasta ése momento, último libro en el cual reivindica a doce revolucionarios herejes del siglo XX y los bautizó como Arcángeles. Después de una insípida entrevista en radio, nos trasladamos a la unidad de estudios avanzados para la presentación del libro. En el trayecto, cruzamos frente a la cafetería, espacio que ahora ocupa la librería universitaria que se encontraba a tope de estudiantes.
Se escuchaba el volar de una mosca. Decenas de estudiantes en silencio era contra natura. Con espíritu curioso me acerqué y metí medio cuerpo por una ventana, preguntando al joven más cercano el porque todos estaban callados y apuntando sus miradas al televisor instalado en lo alto de un extremo del salón. ¡Oh sorpresa! Se transmitía el capítulo final de la telenovela de moda: muchachitas.
A la presentación del libro acudieron alrededor de doce personas donde se contaban unos tres estudiantes. Al puro estilo de Zeno, el personaje de Italo Svevo que fumaba como chacuaco, la presentación del libro se hizo fuera del aula, entre cuates fumadores. Se vendieron unos siete libros, pero ningún ejemplar del promocionado.
Los hechos fueron comentados con un funcionario de la universidad, afortunadamente ya jubilado y su respuesta fue más sorprendente, justificando la actitud de los estudiantes, en preferencia a que anden de desordenados y revoltosos. Esos eran sus parámetros de medición: comunidad estudiantil estupidizada con telenovelas o alumnos conflictivos. ¡Y estuvo cerca de treinta años en la universidad!
Ahora los estudiantes se han manifestado públicamente ante la intentona de reducir el presupuesto que por ley le corresponde a la universidad. Marcharon en domingo sin alterar el orden, sus consignas y pancartas fueron firmes pero respetuosas; se resistieron a las invitaciones de los políticamente correctos a desistir de la manifestación, pudo más la conciencia del agravio que el temor. Resultado: reculó el ejecutivo en su propuesta y se le obligó a cumplir con la ley; no hubo concesión ni se otorgaron mercedes, simplemente se cumple con la ley.
En once años, dos eventos significativamente opuestos en cuanto a toma de conciencia. La universidad como espejo de la sociedad. Cambia la universidad, cambia la sociedad. Aunque la lógica indicaría que los sujetos se inviertan en el orden, lo postulo de ésa forma y no deja de ser válida la proposición. Germina una nueva sociedad estudiantil más crítica y demandante, que sabrá exigir por los cauces legales que permita el sistema. Espero que el oscurantismo y el autoritarismo no intente cerrar las vías que recién se empiezan a ensanchar gracias a los estudiantes.
En otros andares por el campo universitario y con motivos diversos, veo una comunidad estudiantil y académica con mirada diferente, tanto la de ellos como la mía.
El primer aniversario de La Jornada Aguascalientes fue dedicado a la Universidad Autónoma de Aguascalientes, según lo manifestó Jorge Alvarez Maynez, joven director del diario, durante la celebración con la presencia del Rector. Se ha sellado de facto el compromiso mutuo.
Apostarle a la comunidad universitaria, no solo a la de la Autónoma sino a las universidades también particulares se significa como uno de los mejores aciertos en éste primer aniversario. De los desaciertos que den cuenta otros, aunque en un sentido autocrítico debo expresar que ha habido ediciones que dan la impresión que se hicieron en los talleres gráficos del estado, pero el justo equilibrio lo marca la generalidad. La exagerada expectativa de tener una alternativa periodística ha provocado en el muy corto plazo dimisiones de lectores. Es su respetable derecho y así se acepta.
Muchos eventos se dieron en el año que se celebra. Por citar solo alguno, por la obvia restricción de espacio, destaca la campaña y elecciones de diputados federales en las que, para nuestra desgracia, resultaron electos unos traidores a los que les bastaron sólo dos meses para mostrar su verdadero rostro. Porque alguien tiene que decirlo, varias colaboraciones de editorialistas lo alertaron. Debates en la Universidad se organizaron por el periódico y la institución, abarrotando el auditorio jóvenes estudiantes en su mayoría. El interés ha despertado.
El 2010 nos espera con mucha actividad política electoral. Estoy cierto que la universidad volverá a abrir sus puertas a los debates y foros con los diferentes actores. Ya no hay regreso a la época en que los retrógradas argumentaban que la universidad no debería ser campo de batallas políticas porque se contaminaba a las buenas conciencias.
Un año es poco y mucho, pero el curso de los acontecimientos hace imperceptible el paso del tiempo. La presencia en el estado de La Jornada Aguascalientes ha contribuido, aún en su bisoñez, a proporcionar elementos de cambio social. Avanza la construcción de ciudadanía. Hemos de recordar que las grandes transformaciones de los pueblos en el mundo, han emergido desde las bases. Ya se ha dado el banderazo verde.
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