lunes, 16 de noviembre de 2009

Edicion 51

La cofradía de la estupidez

El estado de Chihuahua se ha colocado en el imaginario colectivo como la entidad más violenta e insegura de la república. Ciudad Juárez, lamentablemente reconocida por los cientos de feminicidios, que han permanecido impunes por colusión u omisión de las autoridades. En su época de mayor incidencia de los asesinatos de mujeres, el delegado de la PGR y posterior procurador del estado, Arturo Chávez Chávez, caracterizó su función por su inmovilidad y falta de interés en resolver un solo caso.

Al contrario de investigar para dar con los autores de los asesinatos, materiales e intelectuales y ante las presiones de poderosos grupos y personas de aquí y de allá (al otro lado de la frontera), optó por la fabricación de posibles culpables. Ante la debilidad de sus acusaciones, finalmente no tuvo mejor ocurrencia que culpar a las mismas victimas, las mujeres, recomendando discreción en su vestir para no despertar bajos instintos.

Así de imbécil, a pesar de su fracaso como procurador estatal, recientemente fue premiado y elevado al cargo de Procurador general de la República, a propuesta del gerente delos pinos. Fue ratificado en el Senado y aprobada la propuesta. La bancada del PAN, partido al que pertenece, votó en bloque su ratificación, importándoles un soberano pepino sus pobres antecedentes o mas bien, tapándose un ojo ante el negro historial del sujeto en cuestión.

Una de las defensoras de su actuar, a pesar del antecedente de las mujeres agraviadas y con ellas sus familias, lo fue Teresa Ortuño Gurza, a quien importándole poco su condición de genero e identificada en su estupidez extrema y dogmatismo rastrero exaltó y elogió las supuestas virtudes del ahora procurador general.

Teresa Ortuño Gurza es Senadora de la República por el estado de Chihuahua y como si no tuviera suficiente éste estado con sus graves problemas de seguridad, tiene que llevar a cuestas la vergüenza que causan los dislates de su representante en la cámara alta.

Desde 1982 ha sido ya cuatro veces diputada, dos localmente y dos federales amen de haber sido funcionaria federal como delegada de SEDESOL durante seis años; toda una vida pegada a la ubre del erario público. De un muy bajo perfil académico, combinaba sus actividades legislativas impartiendo cursos en instituciones eminentemente religiosas como la propia Arquidiócesis de México, el Colegio Salesiano y el Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana. De ahí su obnubilado dogmatismo.

Ahora premiada por el sistema como senadora de la República, pertenece a las comisiones de Relaciones Exteriores Europa, a la Belisario Domínguez, a la (¡horror!) de Derechos Humanos y, lo que es mas aberrante, a la de Educación, misma que preside (Kafka se revuelca en su tumba reclamando derechos de autor sobre el absurdo). Aparte, se da tiempo para ser guía de turistas, particularmente mujeres, en la residencia de los pinos y en el senado (aquí quien reclama es viajes Bohorquez, por intromisión en sus actividades ).

Esta senadora de marras acaba de vomitar una de sus acostumbradas babosadas en su carácter de presidenta de la comisión de educación, en el marco de un reconocimiento al IPN y en respuesta al respetuoso reclamo de Rivera Villa, que hace a nombre de las instituciones de educación superior, tratándose de la intención del ejecutivo de disminuir los recursos a la educación en México. Previamente el Rector de la UNAM, alertó sobre los riesgos que corre el país si se concreta en la cámara de Diputados la de reducción de recursos.

No se refleja más que idiotez en la respuesta de la retrógrada e inquisitorial senadora al expresar las siguientes perlas: “las instituciones de educación superior deben apretarse el cinturón”, “donde lloran está el muerto”, “todavía le pueden sacar carnita a su actual presupuesto”. Y para rematar, se atreve a expresar que “hay algunos políticos a los que les falta visión” . ¡Genial la presidenta de la comisión de educación!. Aparte de su oligofrenia manifiesta, es lo suficientemente cobarde al negar lo que dijo. ¡Ay senadorita! Si se distingue en algo del resto de la población es justamente eso, su exacerbada imbecilidad.

Pero no está sola la senadora. El metrosexual y modosito secretario de educación pública, Alonso Lujambio, ujier de la maestra Gordillo, su gato pues, salta en defensa de la medieval legisladora, cubriéndola de epítetos elogiosos. Si, el doctor, el académico, el ex consejero ciudadano de la época de oro del IFE, el investigador, autor de múltiples ensayos y no pocos libros, elogiando y legitimando los dichos y el actuar de la legisladora.

No hace mucho, en entrevista televisiva, le pregunta Andrés Reyes al Obispo Arturo Lona Reyes: ¿A que le tienes miedo? Y la respuesta inmediata, sincera y espontanea: A LOS PENDEJOS, PORQUE SON MUCHOS. Extraordinaria respuesta que resume en mucho la actuación de los referidos a pesar de sus cargos y títulos.

El mal ejemplo cunde. En nuestra pequeña aldea amenaza la intención de reducir el presupuesto a la UAA, violentando la ley. Insanas intenciones de asfixiar financieramente a la institución que recientemente ha recibido los más altos reconocimientos, de cancelar posibilidades de desarrollo a los jóvenes universitarios bajo riesgo de aumentos de colegiaturas, disminución en el otorgamiento de becas y créditos educativos, parálisis en proyectos de infraetructura e investigación. Intenciones alejadas de la realidad que penosamente orilla a deserciones de alumnos brillantes, aún en grados avanzados.

El reclamo generalizado de la población es una reducción presupuestal pero en los privilegios, en el gasto corriente, no en programas de salud, seguridad, infraestructura y menos, mucho menos en educación. El presupuesto de gastos enviado al congreso del estado no privilegia en ningún sentido tales reclamos.

Aun cuando algunos legisladores locales, la única universidad que conocen es la avenida que lleva el nombre de la institución, deben ser conscientes de la gravedad de la iniciativa presentada, que no repliquen el discurso de la senadora Ortuño, que tengan claro que la viabilidad social del estado se finca en la educación como catalizadora de los varios problemas que nos agobian dia a dia, que no echen mano a la pistola al escuchar la palabra cultura.

Han salido a la calle los estudiantes. No los cuenten, no importa la cantidad. Valoren el despertar de una clase joven que hace uso de sus derechos pacíficamente. No busquen quien o quienes supuestamente están detrás de la movilización. La causa es mas que justa. Desoirlos es complicar el futuro de todos. Ahora esperamos la acción de los Maestros de la institución, (el Rector ya ha fijado su postura de defensa), de los familiares de los estudiantes, de las organizaciones sociales que sepan ser solidarias, en fin de la sociedad en su conjunto. Respaldo total e incondicional.

Diputados y Diputadas: laven un poco su desprestigio social y olvídense de discursos panfletarios y huecos. Demuestren por ésta ocasión que son representantes populares y que no se manifiesten después electoreramente porque “hay que cubrir bachecitos de 200 millones de pesos”. Díganle NO a las invitaciones a pertenecer a la cofradía de la estupidez.