Edicion 25
La omnipresencia del gran verraco
…….y resulta que el Quinazo fué una venganza de Carlos Salinas por no haber contado con el apoyo del sindicato petrolero durante su campaña por la presidencia de la república en 1988. Y que El tenía miedo de un levantamiento armado de Joaquín Hernández Galicia y su sindicato. Y que Salinas se robó la mitad de la partida secreta. Y que su hermano Raúl lavó dinero producto de su relación con el narco. Y que su otro hermano, Enrique, obtuvo contratos con gobierno de forma ilícita. Y que me decepcioné mucho porque fallé al elegirlo como mi sucesor. Y que la justicia ayuda pero a veces no es útil. Y que como ya pasó mucho tiempo, pues hay que dejar las cosas por la paz y que no vale hacer demandas contra Salinas.
¡ Otra vez Salinas ¡ El innombrable es el más nombrado en los días recientes. Primero, lo saca a relucir ese pampero, dechado de virtudes, Carlos Ahumada, como el orquestador del complot contra Andrés Manuel López Obrador. Ahora es el ex presidente Miguel de la Madrid Hurtado, justamente el antecesor de Salinas en entrevista con Carmen Aristegui para CNN en español y que se reprodujo en prácticamente todos los diarios de circulación nacional.
La respuesta no se hizo esperar. Solo basta imaginarse el tono y el modo de ella, que obligaron a la publicación de un auto reconocimiento de deterioro de salud mental y declarando invalidas las respuestas dadas en la entrevista.
La carta de Salinas es por demás patética. Poco falta para que exija que se le rinda una disculpa y remite al respetable a que lean su mamotreto mas reciente, la década perdida 1995-2006. Al mismo tiempo manda al protector de pederastas y lacayo de Salinas, Emilio Gamboa a “pactar” la salud mental de MMH con los familiares de éste.
Yo me pregunto: ¿de lo escrito por el argentino Ahumada y lo expresado por de la Madrid, hay acaso algo que no sabíamos de antemano? ¿tiene que legitimar lo que todo mundo ya afirmaba un ardido delincuente como Ahumada? , ¿es de creer que de la Madrid ya se volvió loco? A las tres preguntas me respondo a mi mismo con un categórico NO
Es más, tan no lo creo demente senil que se cuidó en sus respuestas de eludir su responsabilidad al callar o tirar el sistema traicionando a México y a la democracia; se cuidó de no responsabilizarse de la criminal inflación de su sexenio por no tomar decisiones y de desconocer la moralidad de los Salinas quienes fueron criados por su padre Raúl, como a los nobles europeos, para ejercer el poder que El no pudo tener en tiempos de López Mateos, cuando también pretendió ser presidente de la república.
También se cuidó de no inculpar a Salinas, cuando se refiere a la Quina, de que fue un golpe mediático para legitimar lo que no obtuvo en las urnas, aunque se sembrara un muerto cuando lo apresan. Igual se cuidó de no hablar del derrocamiento, para los mismos efectos, , de Carlos Jonguitud Barrios del Sindicato de los maestros para entronizar a Elba Esther Gordillo, todavía en el cargo. También se cuidó de no hablar de los 480 militantes del PRD que murieron asesinados en ese sexenio, militantes a los que ni veía ni escuchaba pero que si liquidaba. No. Miguel de la Madrid no está enfermo de la cabeza. Posiblemente no dimensionó que encueró al sistema.
Ahora, reconfirmamos que no nos equivocamos en el juicio hecho hace más de 20 años sobre los apetitos de poder transexenal de Salinas, valiéndose siempre de sus alfiles incondicionales, que mucho le deben, insertos en los sexenios precedentes hasta el actual, sin desconocer la fuerza de los dueños del dinero que se encumbraron justamente entre 1988 y 1994 gracias a la clase política de entonces………y ahora.
George Orwell, seudónimo de Eric Arthur Blair, un recalcitrante enemigo del sistema totalitario de la Rusia de Stalin, escribió su célebre rebelión en la granja, editada después de varias negativas de algunos editores que, por temor, no se atrevieron a publicar para no incomodar a la clase política que en ese entonces era incapaz de tocar a Stalin como aliado que fue contra el facismo alemán.
La negativa a editar la rebelión en la granja se sustentaba en que, siendo una critica feroz al régimen soviético , comparaba a Stalin con un gran cerdo como líder de la granja. El gran verraco. Característica esencial en la novela es el estilo de gobierno que ejerce el gran verraco, imponiendo normas, reprimiendo, asesinando, mintiendo. Contaba con el apoyo de verracos menores que gozan de privilegios que el resto de los animales tenían vedado su beneficio. Se perpetúa en el poder por la fuerza y la negociación a espaldas de todos los animales de la granja.
Finalmente, el gran verraco negocia con su tradicional enemigo: el hombre. Transcribo el último párrafo de la novela y, a reserva de su lectura total, saquen sus conclusiones: “No había duda de la transformación ocurrida en las caras de los cerdos. Los animales asombrados, pasaron su mirada del cerdo al hombre, y del hombre al cerdo; y, nuevamente del cerdo al hombre; pero ya era imposible distinguir quien era uno y quien era otro”
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